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Foto del escritorMaría Osorio Gómez

Palabras para un lanzamiento

Llevo varios días, por no decir, semanas… pensando, qué se dice en un lanzamiento de libro, lo más obvio sería hablar del libro, de quién lo escribió y de cómo salió a la luz. Sin embargo, este libro es tan Frankenstein, es decir, fue escrito por tantas manos que desconocían la existencia de las otras, que lo único que lo une realmente son el lomo y las cubiertas.

Foto de: Lorena Solano

Y por favor, no me tomen tan a mal, si utilizo este término para referirme a De – Liberadas, es porque es una edición que demuestra que las mujeres escribimos desde todas la orillas epistemológicas y artísticas posibles. Sin embargo, las demoras en los resultados, a mí me hicieron pensar que ya no saldría publicada. Pero bueno, aquí estamos, a pesar de las demoras, los silencios y los aplazamientos.

Quizá el reto siguiente será lograr que nos lean, ese siempre es el miedo de una escritora, o al menos es el mío, y en consonancia con esto… debería empezar a hablar de mi trozo, ese que se titula Vargas Vila, palabras como espadas. Un texto que habla de mis obsesiones, para ser más precisa, de José María Vargas Vila, autor odiado, olvidado y adorado por muchos y la construcción de Colombia como Nación.

Lo publicado en esta edición es un fragmento, o tal vez, un intento de sinopsis del trabajo realizado para obtener el título de Licenciada en Lengua Castellana. Trabajo que no puede ver la luz, pues la biblioteca de la Universidad tiene el acceso restringido para la consulta del mismo.

Vargas Vila es un escritor colombiano, que por muchos años fue catalogado como pornográfico por la iglesia católica, es decir, por la misma escuela y el Estado, pues no podría decir que Colombia fuera algo diferente a la Iglesia Católica, como queda evidenciado en la trilogía de Froilan Pradilla, personaje que le da vida a las ideas más revolucionarias de Vargas Vila. Pradilla, en La ubre de la Loba, libro que me sirve de escenario para revisar la historia de Colombia, años después de la Regeneración y por supuesto de estar en vigor la Constitución de 1886, y aquí, una disculpa a las historiadoras e historiadores que se están formando en la Universidad del Tolima, pero… y cito a Rafael Gutiérrez Girardot “Las preguntas a la historia de Colombia no son preguntas que formula un historiador profesional, sino preguntas que plantea el análisis de la literatura, que no se reduce a la literatura como expresión estética, sino como vasta expresión de las maneras de pensar y actuar de los estratos sociales que la han cultivado.”

Y apoyada a Gutiérrez Girardot, habló de la Nación Colombiana en un análisis sociocrítico, donde Bajtín con su forma arquitectónica y composicional, y por supuesto el ideologema me dan el soporte para decir que somos una nación funesta.



En el siguiente enlace podrá descargar el libro completo:

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1 Comment


Guisselle Moreno
Guisselle Moreno
hace un día

Yo te leo y ahí el miedo se disipa, no soy una, soy muchas, por lo menos no soy un ojo, soy dos. Gracias porque me motivas y pienso: yo también puedo y quiero escribir

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